Buenas noches a todos.
¿Qué tal estás llevando el
cambio de hora? Sinceramente siempre me da la impresión de que aprovecho menos
el día; además como tengo turno de tarde cuando salimos de clase ya es noche
cerrada y parece que es mucho más tarde. Pero es lo que tiene esta época.
El otro día fui a ver Doctor Extraño, no voy a decir nada por
si alguno no la ha visto, pero la verdad es que la disfruté mucho. Además de
que me gusta mucho Benedict Cumberbach, aunque siempre que sale en una película
veo a Sherlock Holmes…
He de confesar que hoy no me
siento particularmente elocuente, así que paso directamente a lo importante:
las galletas.
Bueno, como os prometí este
viernes a las de la universidad [;)] hoy os traigo la receta de las galletas
digestive. A pesar de su nombre no tienen nada de digestivas, pero están muy
buenas. Son perfectas para acompañar con un té, un café o incluso un chocolate;
a mí también me gustan solas, pero pueden resultar algo secas si se comen tal
cual. Tienen un toque dulce sin ser nada empalagosas y quedan deliciosas.
Como tantos otros dulces, la
receta sale del libro El rincón de Bea,
pero también podéis encontrarla en su blog.
Ingredientes
(para unas 25 galletas):
-125 gramos de harina
-150 gramos de harina integral
-1 cucharadita de polvo de
hornear (levadura Royal)
-35 gramos de salvado de trigo
-60 gramos de azúcar moreno de
caña
-125 gramos de mantequilla (a
temperatura ambiente)
-1 huevo (tamaño L)
-2 cucharadas de melaza o
melaza clara (NO se puede sustituir por miel)
Preparación:
-Mezclamos la mantequilla, el
azúcar y la melaza hasta obtener una pasta cremosa.
-Añadimos el huevo ligeramente
batido hasta que se integre.
-Tamizamos las dos harinas, el
polvo de hornear y el salvado.
-En tres tandas incorporamos
esta mezcla a la pasta que hemos preparado anteriormente con la mantequilla y el huevo y amasamos hasta que tengamos una masa compacta.
-Envolvemos en papel film y
dejamos en la nevera una hora.
-Colocamos la masa entre dos
hojas de papel de hornear y, con un rodillo, aplanamos hasta que nos quede de
un grosor de 0, 5 cm (aproximadamente).
Cortamos las galletas con un cortapastas redondo de 7 cm de diámetro (o con un
vaso) y las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Dejamos en la nevera unos 20 minutos más.
-Precalentamos el horno a 180◦.
-Horneamos durante 12 minutos o
hasta que se vuelvan de un tono marrón dorado. Tienen que reposar unos minutos
en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen del todo
Y eso es todo, con esto y un bizcocho...hasta el miércoles. ¡No es una receta nada difícil y a todos los que os gusten este tipo de galletas os encantará!
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