Estoy teniendo una semana larguísima,
entre tutorías, conferencias y las clases me paso un montón de horas en la
universidad… Pero bueno, la semana que viene pinta algo más tranquila ¡ya queda
menos para el fin de semana (y para el puente de diciembre)! Espero que
vosotros estéis teniendo una buena semana.
Como he dicho, la semana que
viene la tengo más libre, así que aprovecharé para pasarme un día por una
tienda de especias que tengo pendiente desde hace un mes…Si me dan permiso y me
parece interesante os haré un post como el que hice para Valle, que por lo que
visto ha sido bastante leído.
Hoy he aprovechado esta
lluviosa mañana otoñal para cocinar, y ha sido
bastante productivo: he preparado una carne asada (de la que os subiré
la receta) y pisto. También he preparado tartitas de manzana para el cumpleaños
de mi madre (¡Felicidades otra vez mamá!). Bueno, en realidad eso lo preparé ayer para
el desayuno de hoy porque no la veo hasta el viernes…
Mi madre me contó que cuando
era pequeña decía que no me gustaba el pisto; así que un día me dijo que la
ayudara a prepararlo, y desde entonces se ha convertido en uno de mis platos de
verdura favoritos, y con un huevo frito está riquísimo. Así que eso es lo que
me he preparado (en realidad necesitaba prepararlo para hacer las fotos y poder
subiros la receta, jejeje… porque la verdad es que me encanta).
No es una receta nada complicada. Sirve para acompañar
carnes, pescados, huevo, pasta…lo que queráis, o simplemente se puede tomar solo. Y es fácil preparar mucha
cantidad. Bueno allá vamos:
Ingredientes
(4 personas):
-1 cebolla grande
-2 pimientos verdes
-2 calabacines medianos
-1/2 kilo de tomate frito: podéis usar un bote de tomate
frito, o de tomate triturado, pero si tenéis tiempo merece la pena prepararlo
vosotros: Se pelan unos tomates (cuanto más maduros mejor), se parten y se
ponen a cocinar los trocitos en una sartén a fuego lento, removiendo a menudo
hasta obtener una salsa (se puede triturar antes de usar) a la que se añade
sal, aceite y una pizca de azúcar. Lleva su tiempo pero está buenísimo.
-1 huevo por persona
-OPCIONAL: como veis, en la
foto le he añadido un poco de morcilla. Si queréis añadirla serían unas 2
rodajas por persona).
Preparación:
-Picamos la cebolla y la
ponemos a dorar en una sartén a fuego lento con un chorrito de aceite de oliva.
-Cortamos el pimiento en tiras,
y lo echamos con la cebolla cuando empiece a ponerse transparente. Subimos a
fuego medio y dejamos que se haga removiendo de tanto en tanto.
-Cortamos los calabacines en
cubitos y lo cocinamos en una sartén (grande, porque ahí añadiremos luego lo
demás). Mejor a fuego medio para que no se queme.
-Una vez se haya dorado bien la
cebolla con el pimiento, la añadimos a la sartén del calabacín y mezclamos.
Añadimos sal.
-Rehogamos todo junto unos
minutos.
-Subimos el fuego y añadimos el
tomate (cuidado que puede saltar). Removemos para que se reparta bien y bajamos
el fuego.
- Dejamos que se cueza todo
bien a fuego lento unos 10-15 minutos. Si habéis preparado la salsa con tomate
natural necesita estar al fuego un poco más para que se evapore el líquido
sobrante.
-Ya sólo queda freír la morcilla con una gotita de aceite y los huevos, y servirlo todo caliente.
El montaje del plato la he
hecho usando uno de esos círculos de acero inoxidable que se usan para emplatar
el tartar y ese tipo de platos. Le he colocado el huevo encima y la morcilla
desmigada alrededor (le he quitado la tripa y la he ido separando con un
tenedor al cocinarla). Espero que os haya gustado y os haya apetecido hacer la
receta.
Yo creo que me voy a la cama
que estoy muerta y mañana encima madrugo. Nos vemos el domingo ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario...