¡Hola de nuevo!
Vuelvo a sufrir ese vacío
existencial que se da cuando terminas el
libro de una serie que te han gustado y toca esperar y desesperarse OTRA VEZ hasta
que salga el siguiente. (no era bastante
con los años que llevo esperando el final de El nombre del viento de Patrick Rothfuss, que os recomiendo a todos
los que os gusta el género fantástico, en serio, de lo mejor que he leído).
Acabo de cerrar el cuarto libro de Lockwood & co, una serie que os
recomiendo a todos los que os gusten las historias de fantasmas que te mantienen
en ascuas, conteniendo la respiración cada pocas páginas (aunque no es de
terror, que soy muy miedosa para esas cosas)… y encima parece que el quinto es
el último de la saga…Me consuelo pensando que aún no me he acabado los que me
compré hace un par de semanas y que como tengo puente jueves y viernes aún
tengo tiempo para engancharme a otra serie nueva y con que dentro de nada sale Rogue One, el spinoff de Star Wars (que
nerviossss)…
Bueno, no me enrollo más que
cuando empiezo a hablar de libros me voy con mucha facilidad por las ramas. El
otro día me entraron ganas de hacer albóndigas. Nunca las había hecho yo sola,
aunque sí había ayudado a mi madre a prepararlas alguna vez. He seguido más o
menos su receta, con alguna innovación mía y, aparte de que me pasé un poco con
la pimienta (ya lo he corregido en la receta), salieron muy ricas.
Me encantan las albóndigas con
arroz, desde que era pequeña, aunque en casa no se hacían muy a menudo porque
la cocina se manchaba mucho, pero la verdad es que merece la pena, sobre todo
si se hace mucha cantidad, porque se congelan perfectamente.
Hoy os traigo una versión
bastante tradicional, pero un día de estos os subiré alguna receta un poco más
especial, si me sale algo interesante…
Ingredientes:
-1 kilo de carne picada (500
gramos de carne picada de ternera y 500 gramos de carne picada de cerdo)
-3 cebollas medianas
-4 zanahorias
-3 rebanadas de pan (con poca
corteza)
-1 vaso de leche
-2 vasos de vino blanco
-1/2 vaso de vino tinto
-1 taza de caldo (de verduras,
de cocido…)
-Especias para aliñar la carne:
sal, perejil, orégano, tomillo romero, nuez moscada, pimienta negra (una pizca)
y un diente de ajo muy finamente picado.
-3-4 cucharadas de harina
Preparación:
-Ponemos en remojo las rebanadas
de pan en la leche.
-Aliñamos la carne (he de
confesar que yo esto siempre lo he hecho a ojo, pero por indicaros un poco: el
diente de ajo, de pimienta y nuez moscada lleva una pizca, y una cucharada de
orégano, perejil picado y media de tomillo y romero y la sal un par de
pellizcos gordos más o menos).
-Escurrimos el pan y lo
mezclamos bien con la carne y las especias.
-Preparamos las albóndigas con
la carne (no muy pequeñas o se pasarán con el tiempo de cocción), y luego las
pasamos por harina (sacudimos suavemente para eliminar el exceso de harina).
-Cuando hayamos acabado, las
sellamos en una sartén con aceite muy caliente. Reservamos (y limpiamos la superficie
de trabajo que estará bastante enharinada).
-Pelamos las cebollas y las
picamos en cubitos. Las ponemos a dorar con un chorrito de aceite en la misma sartén
que hemos usado para las albóndigas (a fuego medio). Pelamos y cortamos las
zanahorias en trocitos pequeños.
-Cuando la cebolla empiece a
transparentarse añadimos la zanahoria y rehogamos todo junto. Salpimentamos.
-Cuando la zanahoria esté hecha
(pinchar un trocito con un tenedor para comprobarlo), incorporamos la mitad del caldo y un vaso de vino blanco.
Dejamos cocer unos minutos.
-En una olla grande (yo uso la
olla Perfect rápida a presión, si se usa una normal tarda más), vertemos el
líquido con las verduras y las albóndigas.
-En la sartén calentamos la
otra mitad del caldo, el resto del vino blanco y el vino tinto con una pizca de
sal y pimienta y medio vaso de agua. Dejamos que hierva un par de minutos y lo
echamos a la olla.
-Cerramos la olla y la ponemos
al fuego fuerte. Cuando suba del todo la válvula (la mía tiene 3 circulitos de
colores y además empieza a silbar) bajamos a fuego lento unos 30 minutos (Con
una olla normal es una hora).
-Apartamos del fuego y dejamos
reposar unos minutos hasta que se despresurice. Abrimos la olla y sacamos las
albóndigas, dejando la salsa y las verduras.
-Trituramos la salsa y
mezclamos con las albóndigas.
Se pueden tomar con arroz y/o
con verduras hervidas (judías verdes, guisantes…).
Personalmente considero que,
por lo general, los guisos están más buenos si los dejas reposar unas horas, o
de un día para otro porque tienen más sabor, así que, os recomiendo que las preparéis
el día anterior, y así estarán más sabrosas. Es un plato un poco laborioso,
pero no es difícil y gusta tanto a pequeños como a mayores.
Que os aproveche. ¡Disfrutad
del puente!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario...